Columna sobre el exceso de información y sus efectos publicada en el diario El Mercurio.
Un amigo del discreto Critilo dice estar abrumado de por la enorme cantidad de informaciones que recibe. “Es imposible”, dice, “seguir todas las noticias de la prensa, las redes sociales, la televisión y los mensajes. Aparte de ser distractora, esta avalancha de informativa produce una especia de sobrecarga sensorial, dificulta el juicio y realimenta mis prejuicios.
Todos somos selectivos, responde el sabio. Vemos y creemos lo que concuerda con nuestro prejuicios. Por ello, decir que los datos de las fuentes de noticias nos aportan algo es dudoso.
Por otra parte, la generación de falsas informaciones ha llegado a tal extremo que no es posible confiar a ciegas en lo que se recibe. Una posible advertencia “higiénica” es no creer nada en un principio. Una segunda es constatar lo recibido con lo que proporcionan fuentes distintas. Al fin, toda “realidad” tiene muchos puntos de vista y muchas formas de ser presentada.
Es imposible escapar a esta realidad. Imposible también suponer que se puede vivir en total aislamiento. Urge desarrollar hábitos de higiene informativa. Una “dieta” equilibrada es, como la alimentación, esencial para la buena salud.
* “Andrenio” es el seudónimo del académico de Medicina, Dr. Fernando Lolas.
