Sobre la Academia

sobre la academia

La Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales tiene como propósito fundamental el cultivo, promoción y progreso de las ciencias humanas en sus aspectos sociales, políticos y morales, el cual cumple mediante sesiones de estudio, seminarios, conferencias y otras actividades en que se examinen los problemas de sus diversas disciplinas

La Academia está integrada por Miembros de Número, Miembros Correspondientes Nacionales y Extranjeros y Miembros Honorarios. En la actualidad la Academia cuenta con treinta y seis Miembros de Número y catorce Miembros Honorarios y Correspondientes en el país y en otras naciones.

Los Miembros de Número deben desempeñar las funciones que le encomiende la Academia, asistir a sus sesiones y contribuir al cumplimiento de sus fines institucionales. Tienen el derecho a presentar trabajos y estudios para su consideración por la Academia y a su publicación. Tienen la misión de discutir, elaborar, difundir y, también, asesorar en sus áreas del conocimiento. Los Académicos Correspondientes pueden asistir a las sesiones y presentar trabajos con anuencia del presidente, pero carecen del derecho a voto.

La Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales reúne un espectro amplio y variado de disciplinas, pues sus Miembros de Número cultivan la filosofía, el derecho, la economía, las relaciones internacionales, la educación, el periodismo, la sociología y la ciencia política. Esta orientación disciplinaria permite abordar los problemas de la sociedad con amplitud y profundidad, traduciéndose en enriquecedores debates, estudios y publicaciones.

Reseña Histórica

La Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales es una de las seis Academias que integran el Instituto de Chile. Este fue creado por la Ley Nº 15.718, del 30 de septiembre de 1964, dictada bajo el gobierno del presidente Jorge Alessandri Rodríguez. En esa oportunidad también fue creada esta Academia, así como la Academia Chilena de Bellas Artes, la Academia Chilena de Ciencias y la Academia Chilena de Medicina. La Academia Chilena de la Historia y la Academia Chilena de la Lengua ya existían con anterioridad y pasaron igualmente a integrar el Instituto de Chile.

El 22 de octubre de 1964 se inauguró formalmente el Instituto de Chile, en el Aula Magna de la Universidad de Chile, en esa ceremonia se hizo oficial el nombramiento de los primeros miembros de número de las Academias creadas por la Ley Nº 15.718. Para la novel entidad de Ciencias Sociales los elegidos fueron las siguientes personas; por el Presidente de la República, los profesores Juvenal Hernández y Pedro Silva Fernández; por la Universidad de Chile, Pedro León Loyola y por el Consejo de Rectores, los académicos Juan Gómez Millas y Hernán Larraín S.J.

La Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales celebró su primera sesión el miércoles 2 de diciembre de 1964 en el Gabinete de Trabajo del señor Ministro de Educación y Académico de Número don Juan Gómez Millas, quien la presidió. En esta ocasión se constituyó la primera Mesa Directiva, que fue presidida por don Pedro Silva Fernández y actuando como Secretario Hernán Larraín S.J. Este último y el señor Pedro León Loyola fueron elegidos delegados ante el Consejo del Instituto de Chile.

La sesión de constitución de esta Academia se realizó el 2 de diciembre de 1964, en el despacho del ministro Gómez Millas. En esta primera sesión se procedió a elegir al presidente y secretario, tomando esta responsabilidad Pedro Silva y el padre Larraín, respectivamente. Además, se nombró una comisión para que redactara el Reglamento que regiría los aspectos administrativos de la Corporación, el que finalmente fue aprobado en diciembre de 1966.

En un comienzo, el Instituto de Chile y las Academias carecían de una sede propia donde sesionar. Por ello sus primeras reuniones se realizaron en la residencia de algunos de los Académicos o en las sedes de otras instituciones. En 1973 se adquirió para el Instituto de Chile una mansión institucional donde pudieron funcionar las seis Academias.

En 1988 se adquirió una sede adicional, en la que hoy trabajan nuestra Academia, la de la Historia y la de Ciencias, que cuenta además con amplias salas de reuniones y de trabajo y con la Biblioteca institucional. Ambas sedes se ubican en la calle Almirante Montt, en el centro de la ciudad de Santiago.

Es necesario destacar el ingreso de la señora Amanda Labarca en 1969, pues marca un hito importante en la historia de la Corporación al ser la primera mujer académico, con una vida de destacados logros intelectuales, en ocupar uno de sus sillones poco tiempo después de su fundación; además destacar que esta Academia fue una de las primeras en incorporar mujeres intelectuales en sus filas. Unos años más tarde, en 1975 y 1982, se incorporaron Irma Salas y Adriana Olguín; dos destacadas estudiosas de los ámbitos educacional y del derecho. Esto abrió definitivamente las puertas a la presencia de mujeres eminentes del ámbito intelectual nacional a prestar su esencial aporte a la vida de la Academia.

Para conocer más de la historia de la Academia puedes leer el Vademécum aquí.

Documento sobre la índole de esta Academia

En 1992 -al acercarse a las tres décadas de labores- tuvo lugar en la Corporación un debate para precisar su naturaleza y por tanto los fines que ella debe atender. El académico Arturo Fontaine Aldunate fue encargado entonces de registrar por escrito -a través de una carta al entonces Presidente, académico Juan de Dios Vial Larraín- las ideas que allí se habían expresado, documento que recibió plena aprobación, y que ha sido muchas veces invocado como referente en el marco del trabajo académico.

A diferencia de las demás Academias del Instituto de Chile, la denominación de Ciencias Sociales, Políticas y Morales no alude a un saber específico, y sus horizontes aparecen muy amplios y hasta ambiguos para el observador exigente. Mas justamente en su composición polifacética radica su carácter propio.

La multiplicidad de vocaciones y procedencias que concurren en su seno – filósofos, juristas, moralistas, sociólogos, economistas, periodistas y políticos-, tiene un hilo unificador cual es la vinculación de todas ellas con la “polis”, o realidad social que configura nuestra condición de ciudadanos. Es tan vasto el campo de preocupaciones de esta Academia que -sin menoscabo alguno de sus diversas tareas propias- podría decirse que las materias que tratan las demás pasan a ser de la incumbencia de ésta, en la medida que rocen la esfera pública.

Gracias a la pluralidad de estilos intelectuales, la Academia aprovecha no sólo el fruto de investigaciones científicas determinadas sino el resultado de la sabiduría humana de quienes han desempeñado altas funciones públicas. Sus frutos, sin descender nunca del plano académico, que es el suyo, han de reflejar la realidad viva de la sociedad en que vivimos.

Dase a conocer a continuación el documento aquí introducido, resumen de lo aprobado, según se señaló, después de ser debatido por el pleno de esta Corporación en su sesión ordinaria de abril 1992.

Ex Presidentes

Desde su fundación la Academia ha sido dirigida por las siguientes autoridades:
1964 67 Pedro Silva Fernandez

Pedro Silva Fernández

1964-1967

1967 68 Pedro Leon Loyola

Pedro León Loyola

1967-1968

1968 79 Juvenal Hernandez Jaque

Juvenal Hernández Jaque

1968-1979

1980 85 Roberto Munizaga Aguirre

Roberto Munizaga Aguirre

1980-1985

86 90 01 06 Carlos Martinez Sotomayor

Carlos Martínez Sotomayor

1986-1990 / 2001-2006

1990 94 Juan De Dios Vial Larrain

Juan de Dios Vial Larraín

1990-1994

Francisco Orrego Vicuna

Francisco Orrego Vicuña

1995-2000