Sesiones

Oportunidades y obstáculos para la Convención Constitucional

Los abogados Patricio Zapata y Gastón Gómez expusieron en la última sesión de la Academia para reflexionar sobre la futuros debates y definiciones de la Convención Constitucional. 

Durante la sesión de marzo, la Academia de Ciencias Sociales, Políticas y Morales sesionó para reflexionar sobre el contexto de la Convención Constitucional, sus posibles escenarios y resultados. 

El primero en exponer fue el abogado Patricio Zapata Larraín, quien comenzó su exposición manifestándose optimista. 

Zapata llamó a cuidar el proceso constituyente porque según él “se encuentra en un contexto tremendamente peligroso y difícil”. 

“Me preocupa que el debate constituyente haya tenido un desarrollo proporcionado a la importancia del tema. A veces parece una subasta sobre quién ofrece más derechos, sin que le dediquemos tiempo a cuestiones estructurales”, acusó.

“Hay una idea de que las constituciones hacen países”, afirmó el abogado con preocupación.

“Uno de los riesgos del proceso constituyente es que incurramos en lo que hicieron las constituciones de Ecuador, Bolivia y Venezuela. Que justamente por remediar —o intentar remediar— lo que veían como una deficiencia terminaron en un constitucionalismo antiliberal”, advirtió.

Luego el abogado Gastón Gómez Bernales continuó la reflexión preguntándose “¿estamos frente a una fractura profunda de nuestro sistema político constitucional, estamos frente a una verdadera revolución o en realidad estamos viviendo un momento más que va a ser capturado por el procedimiento y las élites y superaremos este bache?”.

Haciendo referencia al nacimiento del proceso constituyente, tras las revueltas de octubre de 2019, reconoció que “algo de sabiduría tuvieron los poderes públicos”.

Sin embargo Gómez luego aclaró que la convención quedó “restringida” y que como tal “no puede alterar en ningún sentido las reglas de la Constitución de 1980 ni las normas que regulan formalmente su poder de revisión”, lo que destacó como “muy significativo” ya que evitaría que ocurran casos como el de Bolivia recalcando que la convención tiene un solo objetivo y que es “redactar una nueva constitución”.

El abogado hizo referencia a las restricciones que tendrá la convención, destacando que las decisiones de la convención “deben ser aprobadas por dos tercios”, por lo cual serán necesarios los consensos entre las partes. 

Y además explicó que “no hay una derogación global” (de la actual Carta Magna), sino que el nuevo texto resultado de la convención “solo derogará el decreto que dictó el Presidente Lagos para poner en vigencia la Constitución de 1980 reformada en el año 2005”. 

“Esto quiere decir, sutilmente, que en realidad toda reforma a la Constitución va a requerir de un parlamento posterior que vaya realizando las reformas necesarias lo cual provocará tensiones políticas”, explicó Gómez.