El académico de número reflexiona sobre la controversia que rodea a la presentación del cantante mexicano en el próximo Festival de Viña del Mar en su columna de El Mercurio.
Una declaración del Comité del Festival Internacional de Viña del Mar (2024) declaró que no se incurrirá ni en censura ni en discriminación y que se aceptará la presencia del cantante Peso Pluma, pese a que sus canciones exalten las drogas y el narcotráfico. Señalan que la música es universal y que describe diferentes realidades.
No hay duda de que las letras de sus canciones promueven la cultura del narcotráfico. Una primera canción señala que “Valen más que no me vuelvan a buscar. Que me van a encontrar. La bandera de aquí sigue siendo Guzmán. Lo vuelvo a recalcar” (La People). Otra canción dice que “Las morras me besan, pues las vuelvo locas a todas. Se besan, ellas bailan y se alborotan. No ocupan flores, solo un polvo que es rosa. Y sigo bendecido, con lo mío en el camino, oh” (Las morras); una tercera tiene una letra bastante audaz: “A mí me gusta chambear. Y si la orden es matar. Esa no se cuestiona (…) Y sin tanto fantochear. Dependo de los Guzmán. Afirmativa la copia. Un blindaje artesanal. Un tabaco pa’l relax y un lavado. De calzado militar. Dos pistolas y un SCAR. Visito a los amarrados” (Gavilán II); y una cuarta canción dice que “Pa’ chambear con don Iván. Soy de la gente del Chapo Guzmán. No me muevan que me puedo enojar. Me les presento, soy El Gavilán” (El Gavilán), y finalmente un corrido mexicano dice que: “Y, bien forrados, los paquetes van. No hay pendiente, no puedo fallar. Siempre estoy listo para cruzar. Polvo, ruedas y también cristal” (PRC).
Todas estas letras promueven la cultura narco y el tráfico de drogas, por lo que no parece conveniente que Peso Pluma cierre el Festival de Viña del Mar. No se trata ni de censura ni de discriminación. Basta que se cancele su actuación en este escenario.