Carlos Peña: “El eterno retorno”

El académico de número analizó las últimas declaraciones del Presidente Boric respecto a lo que sucederá tras el plebiscito en su columna habitual en El Mercurio.

El Presidente Boric ha dicho —recién este viernes— que de ganar el Rechazo el proceso constituyente deberá continuar:

“Chile votó de manera clara (…) que quiere una nueva Constitución, pero no votó solo esto, votó que quería una nueva Constitución, escrita por un organismo especialmente electo para ese fin (…). Y de ganar la alternativa Rechazo, lo que va a pasar es que vamos a tener que prolongar este proceso por un año y medio más, en donde va a tener que discutirse todo de nuevo, a partir de cero”.

Por supuesto esas palabras del Presidente pueden ser entendidas como un acto puramente táctico, tendiente a devaluar la opción Rechazo. Según este punto de vista, el Presidente habría dicho algo así como lo siguiente: “si les molesta este proceso constituyente y deciden rechazar el texto que se logró componer, lo siento: tengo dispuesto otro proceso igual y eso que ahora les molesta, se repetirá. De manera que si quieren evitarse el espectáculo es mejor que aprueben”.

Pero también hay una manera más deferente y razonable de entender lo que dijo.

El Presidente habría querido decir —sin lograr decirlo del todo— que es necesario distinguir entre el texto y el proceso: un rechazo del texto no es un rechazo del proceso, del mismo modo que aprobar el texto no es aprobar ex post el comportamiento de los convencionales. Si en el plebiscito de salida se rechaza el texto, ello no deroga el valor del proceso que la ciudadanía decidió en el plebiscito de entrada.

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