Pedro Gandolfo: “Amistades”

El académico de número reflexiona sobre la relación del individuo con la política en su columna de El Mercurio.  

Pido, de entrada, disculpa al lector porque la muerte próxima de un amigo extraordinario me permite solo divagar azarosamente por aquí y por allá. Esto me trae a la memoria una película de la cual habíamos hablado muchísimas veces. Se llama “Un día particular”, está dirigida por Ettore Scola y la protagonizan Marcelo Mastroiani y Sofía Loren. Se trata de una reflexión muy sutil y conmovedora en que un lazo inesperado entre dos personas solitarias y apenas conocidas se traba con un acontecimiento público que corre en paralelo: lo íntimo y lo público. La amistad entre Mastroiani y la Loren se teje profunda y silenciosa tan solo en unas horas en una terraza romana, mientras afuera el alboroto de una gran manifestación parece estar marcando las fechas de la historia.

Reconozco que suelo pensar la relación del individuo con la política a partir de esos desajustes. Pero hay otra manera de entenderla que ha sido propuesta por algunos pensadores: el triple equilibrio entre distintos planos de la amistad, siendo la relación virtuosa aquella en que estos se coordinan unos con otros.

En el primero se ubica la conversación entre las dimensiones del propio yo y la justa disposición entre ellas. La virtud nace aquí de los distintos caminos para el cuidado de sí.

La segunda, que requiere como condición que la primera esté lograda, se plantea en la conversación que llevamos con los seres más próximos, amigos y familiares. Su medrar depende de nuestra habilidad y vocación para cuidar, esta vez, nuestro amor por el otro. Es lo que comúnmente llamamos “amistad”.

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