En su columna de La Tercera, la académica de número reflexiona sobre el verdadero sentido de la “paz social” en el debate político chileno actual.
El concepto de paz social se ha tomado varias de las campañas electorales tiñendo de incertidumbre el ejercicio del futuro gobierno. Nadie parece haber aclarado, no obstante, qué significa que el gobierno de un candidato promoverá mejor la paz social que el de otro o que una condición para que los empresarios puedan invertir es la paz social.
¿Hay acaso amenazas de una ola de protestas generalizadas en el país en caso de que triunfe algún determinado candidato? ¿Cuál es el futuro que quiere dibujarse para Chile?
Pensar que la paz social se relaciona sólo con la ausencia de movilizaciones y protestas sería reduccionista y equivocado, porque, aunque no existan protestas o disturbios, el país igualmente puede encontrarse fracturado por múltiples razones.
La paz es, ante todo, un valor social que supone que los desacuerdos y los disensos pueden canalizarse a través de vías adecuadas que impidan que se llegue al enfrentamiento.