Marisol Peña: “La cultura del descarte”

La académica de número aborda la situación social y laboral de los adultos mayores en Chile en su columna de La Tercera.

La dramática muerte del actor Gene Hackman y de su esposa en Estados Unidos como la muerte de una mujer de la tercera edad que cayó a un pozo séptico en la región de Los Lagos en nuestro país, luego de haber clamado infructuosamente por ayuda para enfrentar el problema sanitario que la afectaba, han vuelto a poner en el tapete la dramática situación que suele afectar a los adultos mayores.

A lo anterior se unen los datos entregados por el Instituto Nacional de Estadísticas, la OIT y algunas universidades chilenas que muestran la precaria situación de las personas de 60 años y más desde el punto de vista laboral. Mientras la población se envejece y disminuye significativamente la tasa de natalidad, los adultos mayores que logran seguir insertos en el ámbito laboral representan un porcentaje mínimo. Cuando logran mantenerse activos se ven obligados a caer en la informalidad o a recibir bajas remuneraciones que no les permiten sustentar una vida, aun cuando ya reciban una pensión.

El problema es mucho más profundo de lo que muestran las cifras, pues, claramente, Chile ha caído en la cultura del “descarte” de que nos hablaba el Papa Francisco en Laudato Si. Es decir, excluir a las personas, los valores, las promesas y los vínculos comunitarios. Por eso, llegar a la condición de adulto mayor se ha convertido en un motivo de angustia frente a un futuro incierto y, muchas veces, de gran soledad. Con mayor razón, cuando muchas personas siguen con energías y ganas de aportar, sin experimentar deterioro de su salud que justifique un retiro forzoso.

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