José Joaquín Brunner: “El difícil balance entre seguridad y libertad”

El académico de número analiza el estado actual de la cuestión de la inseguridad en Chile en una columna de El Líbero.

Vivimos un momento conservador en la sociedad chilena y, quizá, en el mundo entero, aunque se exprese de formas diversas y con diferentes manifestaciones. En el trasfondo de este fenómeno existe un desbalance entre las demandas por seguridad y libertad. Significa que por ahora, y quizá también tendencialmente en el largo plazo, prevalecen los motivos de preservación, protección, cuidado, tranquilidad, sobrevivencia y orden, tanto en el plano individual como en el colectivo, por sobre aquellos de iniciativa, elección, curiosidad, desembarazo, licencia, espontaneidad, cambio y aventura. 

A nivel global, por ejemplo, se observa una percepción generalizada de comportamientos orientados por valores materialistas, de escasez y sobrevivencia (seguridad), propios de sociedades de menor desarrollo relativo y con extensas partes de sus poblaciones en situaciones de pobreza. Allí la seguridad es un imperativo existencial. Sin embargo, esta percepción afecta ahora también a muchas sociedades de alto desarrollo, donde antes predominaban valores relacionados con preferencias post materialistas, de auto expresión  y emancipación personal, o sea, propios del reino de la libertad (Inglehart, 2018).

El mismo Inglehart, sociólogo bien conocido por sus macizos aportes al estudio del cambio social a partir de sucesivas olas del World Values Survey, sostiene que en la actualidad la inseguridad física y económica conduce a las sociedades, aún a las más ricas, hacia la xenofobia, la solidaridad interna de los grupos de pertenencia, el autoritarismo político y hacia una rígida adhesión a normas culturales tradicionales.

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