Eugenio Tironi: “La magia de la política”

El académico de número reflexiona sobre las elecciones legislativas de Francia en su columna del diario El Mercurio.

Como en el fútbol: lo que me gusta de la política son las sorpresas; esos actos imprevistos —a veces geniales— que dan vuelta el tablero dejando a todo el mundo boquiabierto. Hay regímenes políticos que tienen ese factor incorporado, como los parlamentarios. En España, por ejemplo, Sánchez llamó recientemente a elecciones aun sabiendo que no tenía mayoría. En Francia, donde se autoriza al Presidente de la República a disolver la Asamblea Nacional casi a su amaño, lo acaba de hacer Macron en aras de “clarificar” la situación política tras el triunfo de la extrema derecha en las elecciones europeas. Apostadores natos, ambos tuvieron éxito.

Sánchez forjó una alianza con los catalanistas y otros grupos nacionalistas que parecía imposible, y ahora se lo ve cada vez más a sus anchas en la Moncloa. Lo llamativo de Francia es su espectacularidad y rapidez. Treinta días después de la disolución se realizó la primera vuelta, y en siete, la segunda. En pocas semanas se rediseñó el paisaje político. El macronismo no se llevó la victoria, pero quedar segundo y desplazar al lepenismo a la tercera plaza es un éxito incuestionable.

Ya no será Júpiter, como llegó a soñar, pero Macron podrá seguir gobernando, aunque “cohabitando” con un primer ministro que responderá a una nueva mayoría que habrá de construirse en los días que vienen. Tiene tiempo. Esperará, seguro, que pasen los Juegos Olímpicos y las imperdibles vacaciones para sortear la canicule.

>> Texto completo en El Mercurio (con suscripción)