El Ministro de Educación, Raúl Figueroa y el ex presidente de Educación 2020, Mario Waissbluth, como invitados, expusieron sus propuestas y recomendaciones para fortalecer el sistema educativo de nuestro país.
En la sesión de agosto, la Academia de Ciencias Sociales, Políticas y Morales sesionó para responder la interrogante sobre el futuro de la educación pública en Chile.
El primero en exponer fue el Ministerio de Educación Raúl Figueroa Salas, quien abordó el tema a través de tres elementos de discusión: tener un objetivo claro, recuperar la confianza e instalar capacidades dentro de un sistema educativo.
Figueroa comenzó su presentación reconociendo que en los últimos 10 o 15 años el debate sobre educación se ha “politizado”, ya que “en vez de hablar sobre objetivos específicos para mejorar la calidad de la educación, hemos estado hablando de cómo se organiza la sociedad”. También, dijo que la educación pública “dejó de ser atractiva para las familias, pues en la actualidad las matrículas no alcanzan el 40% de la población escolar”.
“Un objetivo común, debe ser que la educación sea un espacio donde los niños y jóvenes puedan alcanzar al máximo sus capacidades. Poner en la calidad de la educación, por mucho que parezca un cliché, un objetivo central que nos una. Llevar la trinchera política al mundo educacional es el peor error que puede cometer el país”, explicó.
Otro punto destacado por el jefe del Mineduc, fue la importancia de recuperar la confianza en las comunidades educativas, “que significa que dejemos que cada persona que tiene un rol determinado en el sistema educativo lo pueda jugar y que el rol del Ministerio de Educación se entienda como el que le corresponde, que es un generador de condiciones y que los verdaderos artífices del sistema educativo son las propias escuelas y sus comunidades”.
El tercer elemento abordado por el ministro, fue la urgencia de instalar capacidades dentro del sistema educativo en la que cada escuela pueda desarrollar las capacidades necesarias para hacer frente a los proyectos que deseen “eso pasa por una formación distinta del cuerpo docente… un desafío mayúsculo en Chile. Esa formación ha sido tradicionalmente a mi juicio débil y ha tenido un foco muy poco centrado en lo que las escuelas efectivamente necesitan”.
Raúl Figueroa terminó su presentación hablando sobre la importancia de llegar consensos y mejorar a través de ellos la educación en Chile, “deben darse condiciones mínimas, siendo una de esas condiciones mínimas, darle continuidad al proceso formativo de los niños”, concluyó.
Luego continuó la conversación el fundador y ex presidente de Educación 2020, Mario Waissbluth Subelman, quien habló sobre la importancia de la educación pública y entregó cinco propuestas para mejorar el sistema educativo.
El profesor Waissbluth insistió que Chile es uno de los países más segregados del mundo y el sistema educativo en un elemento de segregación, es por eso que “una herramienta potente de equidad es lograr fortalecer la educación pública, de modo que los padres en Las Condes, en Providencia, en Vitacura, en Ñuñoa decidan mandar a sus hijos a la educación pública porque es buena y es gratis, entonces esa es una razón poderosa”.
Las dos primeras propuestas del fundador de Educación 2020, fueron las ideas de crear una carrera directiva y dar mejores incentivos a los buenos profesores y directivos. “Se dice que los directores son la segunda causa más importante de la calidad de la educación, yo me atrevo a decir, no tengo los datos para ello, de que son la primera. Hoy hay unos pequeñísimos incentivos que no son suficientes para alterar la conducta de nadie. Yo les garantizo que con un director y tres muy buenos profesores, una escuela pública ya empieza a cambiar”.
Otra de las recomendaciones que dio Waissbluth, fue que exista una responsabilidad de la Dirección Nacional y del propio Ministerio en supervisar y asegurar que los servicios locales a cargo de la educación pública funcionen de la mejor manera posible y crear un sistema pedagógico de tutorías donde los alumnos sean los profesores de sus compañeros.
Por último destacó la importancia de acabar con la burocracia, pues directivos y profesores deben invertir mucho tiempo en la burocracia: “cuando hablamos con las escuelas, les sigue pesando mucho la parte de la lápida burocrática, la desburocratización, todavía es una asignatura pendiente que está a medio camino. Si se liberara a los profesores de esta lápida, se le permitirá concentrarse en su tarea didáctica”.