Sesiones

El comienzo y el fin de la vida humana

En la sesión ordinaria de octubre el médico cirujano y especialista en pediatría y neonatología, Juan Pablo Beca Infante, y el médico cirujano y especialista en ginecología y obstetricia, Fernando Zegers Hochschild, analizaron diversos temas relacionados al ciclo vital del ser humano.

La sesión de octubre de la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales tuvo como ponentes invitados al médico cirujano y especialista en pediatría y neonatología, Juan Pablo Beca Infante, y médico cirujano y especialista en ginecología y obstetricia, Fernando Zegers Hochschild, quienes reflexionaron sobre distintos temas relacionados al comienzo y al fin de la vida humana. 

El primero en intervenir fue el médico cirujano, Juan Pablo Beca, quien explicó que “en el siglo XV se introduce el concepto de persona humana, que significa mucho debido a que establece que cada persona tiene una dimensión corporal, biológica, psicológica, social, cultural y espiritual. Y que cada vida humana tiene una cualidad y una condición que es única, con un comienzo, una trayectoria y un final”.

El especialista en pediatría y neonatología agregó que “cada persona, a la edad que sea, si le toca morir debiera tener lo que se llama una muerte ‘apropiada’ […] O sea, cada uno debe vivir y morir de acuerdo a sus valores y a sus creencias, con coherencia, y eso le va a dar paz. Y eso es concordante con el sentido de esa vida”. 

Al concluir su exposición, Beca enfatizó que “todos niegan la muerte. Es un tema cultural. Por eso hay que atreverse a mirar la muerte con objetivos o fines personalizados de tratamiento y de cuidado para cada persona en función de sus valores y no en función de una guía clínica o de un manual. Y eso significa adecuar los tratamientos”. 

Luego, fue el turno del médico cirujano, Fernando Zegers, quien afirmó que “si bien todas las personas tenemos un genoma individual, que nos hace ser seres únicos viviendo una aventura jamás vivida antes, desde la perspectiva del embrión, el camino hacia ser una persona es incierto y puede desviarse en otras direcciones, incluido el transformarse en otros tejidos”. 

El especialista en ginecología y obstetricia comentó que “en la especie humana, de cada 100 embriones generados, la mitad muere antes de la implantación -aproximadamente 75% de los embriones muere en los primeros 15 a 20 días de vida- y de los que logran implantarse, la mitad muere como abortos ocultos, antes de hacerse clinicamente identificables”.

Para concluir, Zegers planteó que “a la luz de la evidencia biológica de tipo estructural y de la matemática en que se sustenta el proceso generativo humano, no es razonable asumir que el embrión, por el sólo hecho de tener genoma humano deba ser considerado persona. La complejidad creciente del proceso generativo humano requiere de gradualidad en los cuidados debidos al embrión y gradualidad en la transición de los derechos que posee la mujer hacia los derechos del nacido”.