Sesiones

“Derechos de la naturaleza y régimen económico”

El ex senador, Patricio Walker, y el Académico de Número, Eugenio Tironi, expusieron en la sesión ordinaria de junio sobre los derechos de la naturaleza y el régimen económico en el contexto de la propuesta de nueva Constitución.

La sesión de junio de la Academia Chilena de Ciencias Sociales, Políticas y Morales tuvo como ponentes al ex senador, Patricio Walker, y al Académico de Número, Eugenio Tironi, quienes discutieron sobre los derechos de la naturaleza y el régimen económico en el contexto de la propuesta de nueva carta fundamental para Chile. 

El primero en exponer fue el Senador de la República, Patricio Walker, quien destacó que existen avances muy significativos en cuanto a las normas ambientales aprobadas por la Convención Constitucional. “Hay una serie de elementos sobre la base de una definición muy categórica de que Chile es un Estado ecológico y que existe una relación indisoluble del ser humano con la naturaleza, reconociendo a la naturaleza y a los animales no solo como objeto de protección jurídica sino que también como sujeto de derecho”, explicó. 

El expresidente del Senado recalcó que son 42 normas las que se establecen en materia ambiental en la propuesta de nueva Constitución para nuestro país. “El tema menos pacífico es el que se refiere a la naturaleza como titular de derechos (…) Si alguien quiere modificar las normas referidas a la naturaleza como sujeto de derecho, se van a requerir 4 / 7 de los parlamentarios en ejercicio, más un plebiscito rectificatorio, salvo que existan 2 ⁄ 3 de los parlamentarios en ejercicio que aprueban una modificación”, afirmó.  

En cuanto a los derechos de las personas en relación al tema del medioambiente aclaró que “el texto aprobado reconoce que toda persona tiene derecho a un medio ambiente sano y ecológicamente equilibrado y que toda persona tiene el derecho al aire limpio durante todo su ciclo de vida”. También expresó que “claramente existe una asimetría entre todos los derechos de la naturaleza con los derechos de las personas, donde la visión antropocéntrica cede un poco ante la visión biocéntrica”.      

Walker agregó que “el reconocimiento constitucional de la personalidad jurídica de la naturaleza o de la pacha mama en Ecuador, según algunos juristas, constituye un corte en la historia del derecho constitucional contemporáneo, no sólo en lo referente a la protección de la naturaleza y el ambiente sino también respecto de los sujetos de derecho, fundamentalmente a partir del cuestionamiento radical, por eso nacieron estas normas, a modelos de sociedad fundadas en el capitalismo”. 

Remarcó además que el reconocimiento de la naturaleza como sujeto de derecho resulta extraño desde el punto de vista jurídico. “La naturaleza como sujeto de derecho implica la obligación de respeto, garantías y protección y, en ese sentido, reitero, es algo extraño para la tradición jurídica, sobre todo, occidental. No significa que no reconozcamos la importancia de la naturaleza como fuente de vida, por supuesto que debe protegerse, pero hay que buscar otras formas”, continuó.    

Walker luego manifestó que debemos resistir la tentación de pensar que el crecimiento es incompatible con la protección del medio ambiente. “Debemos promover el crecimiento económico dentro del marco del desarrollo sostenible (…) que se define como el desarrollo que asegura la satisfacción de las necesidades del presente sin comprometer las capacidades o la capacidad de las futuras generaciones para satisfacer las propias (…) La existencia del medio ambiente sano y adecuado, obviamente, es una condición para el desarrollo sostenible”, finalizó. 

Luego fue el turno del Académico de Número Eugenio Tironi, quien inició el relato explicando que la proclamación de los derechos de la naturaleza es una bandera del mundo ecológico, “la que comenzó tímidamente como un reclamo al derecho al medio ambiente, pero que con el tiempo este enfoque fue objetado dentro del movimiento ecologista por su antropocentrismo. Esto condujo a un cambio de paradigma. Se pasó de la simple protección a la naturaleza, a una lógica que la coloca en el centro de la atención y a los humanos cohabitando con ella en una relación de interdependencia y no de dominio”, recalcó.   

Agregó que esta nueva doctrina aboga para que los ecosistemas posean derechos de forma igual o similar a los seres humanos. “Estos derechos pueden ser defendidos en tribunales en caso de que se amenace su legitimidad de existir, florecer y regenerarse por efecto de la acción humana. Su representación legal, se plantea en esta doctrina, estará a manos de un guardián que actuará en su defensa, normalmente organizaciones científicas o ambientales”, puntualizó. 

Sobre la propuesta constitucional chilena, añadió que obedece a un movimiento global que lleva su tiempo fuertemente centrado tanto en el activismo medioambiental como en el campo académico. “El movimiento ecologista, en general, coincide con este propósito de romper la división entre ciencia y política, y entre naturaleza y sociedad, en conferencias como la COP donde convergen Estados, comunidad científica, empresas y ONG ‘s son un buen ejemplo de esta evolución”, señaló.      

“Como señala el filósofo Michel Serres durante gran parte de su vida como profesor en la Universidad de Stanford en Estados Unidos, ya no basta entonces el contrato social de Rousseau, sino que se requiere un contrato natural, que comprometa a todos los seres humanos con la defensa de los ecosistemas y la sostenibilidad de los demás bienes naturales, mal llamados recursos naturales (…) Cada vez que el derecho avanza transforma objetos en sujetos. El planeta era un objeto y yo propongo que se haga de él un sujeto”, continuó. 

También manifestó que es evidente que la encíclica Laudato si del año 2015 comulga con muchas de las ideas precedentes debido a que llama a la ruptura con el humanismo antropocentrista. “En ella, el Papa Francisco llama a una conversión ecológica, a tratar a la naturaleza como a una hermana, como a una madre, no como un objeto de dominación con la conciencia de que cada criatura refleja algo de Dios y tiene un mensaje que enseñarnos”, concluyó.