José Rodríguez Elizondo: “Triple ofensiva del hermano Evo”

El académico de número reflexiona sobre la vigencia de la política doméstica y exterior del ex presidente boliviano en una columna en El Líbero.

Lo siento, pero ante el injerencismo impune que estamos presenciando en la región, debo volver sobre Evo Morales. En su convicción de ser el legatario directo de Fidel Castro y Hugo Chávez, ha vuelto a reprender al Presidente de Chile Gabriel Boric, esta vez por decir que en Venezuela hay una dictadura. Cualquier encuesta al paso lo mencionaría como el foráneo con más intervenciones en nuestra soberanía.

Durante su gobierno, el eje de su política -exterior y doméstica- fue la promesa “mar para Bolivia”, en el marco de una ofensiva diplomática contra Chile, con la explicación de que sólo la pérdida de “cualidad marítima” era reivindicable. Por una parte, esto apuntaba a que el tema era bilateral y, por otra, a que no habría políticas reivindicatorias contra los otros vecinos que habían recortado el legado territorial de Bolívar. Subliminalmente, era la propuesta de una alianza de todos contra uno.  

Con esa estrategia hizo aprobar una Constitución cuyo artículo 268 declara el derecho irrenunciable e imprescriptible de Bolivia “sobre el territorio que le dé acceso al océano Pacífico y su espacio marítimo”. Por su literal amplitud, este texto comprometía cualquier territorio vecino con litoral. Sin embargo, los chilenos, siempre excepcionalistas, creímos que el verso era sólo para nosotros. Asumimos que Morales estaba desconociendo únicamente el tratado boliviano-chileno de 1904.

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