El académico de número recorre la trayectoria política de Hugo Chávez a 10 años de su muerte en una columna de El Líbero.
“La oposición no volverá al poder, ni por las buenas ni por las malas”
Hugo Chávez.
A 10 años de su muerte y escrito en modo wikipedia, Hugo Chávez Frías fue un militar venezolano devoto de Fidel Castro, que se inició en política como golpista (1992) y murió como presidente constitucional (2003) tras 14 años de poder total.
Como síntesis luce aceptable, pero omite un dato fundamental: a diferencia de Castro, un abogado militarizado, él fue un militar politizado. Su formación castrense lo alejó de silogismos ideológicos, lo dotó con una gran capacidad de simulación táctica, le permitió forjar un núcleo duro de seguidores civiles y militares y le facilitó reconocer los cambios en cualquier correlación de fuerzas.
Tal equipamiento y los efectos de su fallido golpe de Estado 1992, le permitieron dimensionar la escasa representatividad de los partidos políticos venezolanos y, por añadidura, el debilitamiento profundo de la democracia. Desde esa percepción fue puliendo una estrategia de aproximación indirecta al poder, sin compromiso con los partidos y sin ruptura inicial de la institucionalidad.