El académico de número analiza el legado del ex presidente venezolano, Hugo Chávez, a 10 años de su muerte en una entrevista con el medio digital Ex-Ante.
-¿Cuál sería la relación histórica para América Latina del binomio Fidel Castro-Hugo Chávez?
-Chávez insurge en Venezuela como un discípulo militar de Fidel Castro. Pero la historia dirá que le ganó por lejos, en cuanto a eficiencia política real. Mientras el maestro isleño instalaba “focos guerrilleros”, con jóvenes mal armados, para iniciar una revolución socialista continental, ninguno de los cuales triunfó, Chávez leyó mejor la realidad. Tras competir electoralmente y ganar la presidencia de Venezuela, logró forjar en 2004 la Alianza Bolivariana para los pueblos de América Latina (ALBA), con gobernantes afines.
– ¿Cambió guerrilleros por presidentes?
– Así es. Con ellos conquistó un poder transnacional efectivo. Una capacidad de injerencia jurídicopolítica que Castro nunca tuvo, quizás porque lo suyo fue más una estrategia diversionista, en el marco de la guerra fría, mezclada con un afán de protagonismo mundial. El balance dice que mientras el régimen de la isla de Cuba hoy está redundantemente aislado, la ALBA de Chavez aun patalea a escala regional. Uno de sus legatarios, a mi juicio, es el Grupo de Sao Paulo.