José Joaquín Brunner: “Orden e inestabilidad”

El académico de número reflexiona sobre el reto de crear orden en medio de la inestabilidad cuando hay conceptos y posturas incompatibles y excluyentes en su columna del diario El Mercurio. 

Uno de los mayores retos que enfrentan las sociedades contemporáneas es cómo crear orden en medio de la inestabilidad. La inestabilidad es inseparable de una nueva normalidad. Por el contrario, lo estable —aquello que se mantiene sin peligro de cambiar, caer o desaparecer— se vuelve una rareza.

Vivimos en sociedades que la sociología caracteriza como líquidas, en continua transformación, sujetas a procesos de destrucción creativa, donde todo lo sólido se desvanece en el aire. Sociedades del riesgo, de futuro incierto. Con la COP26, este diagnóstico se intensifica: el planeta estaría amarrado a una bomba de tiempo y corre el peligro de cavar su propia tumba.

Chile se halla tironeado entre orden e inestabilidad. En esos términos busca plantearse la elección presidencial, se elabora la nueva Constitución, se separan los votantes y se interpreta el futuro de la economía y la sociedad.

A la base se encuentra una extendida percepción de desorden. El país retrocedió durante la pandemia. La brecha entre oportunidades, expectativas y satisfacciones aumentó. Hay un ánimo alterado en las calles, visible en los mercados, que perturba las relaciones entre generaciones y polariza la comunicación pública. La violencia parece andar suelta y se reproduce al infinito en las pantallas, alimentando sentimientos de inseguridad.

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