José Joaquín Brunner: “Lucha ideológica, convicciones y responsabilidades”

El académico de número reflexiona sobre “la batalla de las ideas” en la política chilena en su columna de El Líbero.

Las disputas en torno a las declaraciones de un diputado oficialista, perteneciente al mismo partido del Presidente Boric, acusándolo a él y a su gobierno por no dar batalla ideológica al adversario (la oposición de derechas), crearon una típica tormenta mediática de verano. Intensa, pasajera y fútil (de poco aprecio e importancia). Pero igualmente reveladora del momento político en que nos encontramos. Explorar esta ambigüedad en el camino entre lo nimio y lo revelador es el objetivo del presente artículo. 

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En primer lugar, la perturbación atmosférica producida revela la especial sensibilidad que existe en la escena medial posmoderna respecto del discurso político. De inmediato un acto discursivo -declaración, entrevista, rumor o tuit- reverbera a través de los diferentes medios y se transmite de boca en boca a través de las redes sociales. La clase ilustrada interesada en la conversación pública sobre este tipo de actos se agita y reacciona; le gusta, no le gusta. Acoge o rechaza. La ola se mueve con las opiniones y crea una espiral discursiva que se alimenta a sí misma. Los representantes del pueblo escuchan y se sienten estimulados a participar. Las autoridades entran al ruedo y toman posiciones. Es la tormenta perfecta.

Procedamos pues a reconstituir la escena; cómo se originó la ola, cómo se enroscó sobre sí misma, cómo la espuma de los relatos voló sobre la cresta de la ola y cómo esta cayó con el consabido alboroto y luego se retiró dejando tras de sí una estela de columnas de opinión, reacciones, análisis, entrevistas, comentarios e interpretaciones.

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