José Joaquín Brunner: “Con la nueva Constitución vamos a crear una casta jurídicamente favorecida en educación”

El académico de número crítica los objetivos educacionales propuestos en el borrador de la nueva Constitución en una entrevista en el diario La Tercera.

José Joaquín Brunner (77), uno de los fundadores del PPD, exministro de Frei Ruiz-Tagle, expresidente de la Comisión Nacional de Acreditación de Programas de Pregrado -en el pasado apuntado por parte del movimiento estudiantil como uno de los “padres de la educación de mercado”- y hoy académico de la U. Diego Portales, tiene una visión crítica del borrador de la nueva Constitución. En su área de expertise -educación- habla de la posibilidad de que se cree una “sociedad de castas”, con una de estas -los “niños del Estado”- que se verá “jurídicamente favorecida”. Y ve otras falencias.

“Hay una disonancia en varias materias. En educación sería interesante que tratáramos de encontrar una mayor resonancia entre lo que discutimos y el estado real de nuestra educación. Uno lee que la educación pública estatal va a ser el eje estratégico, pero, por otro lado, se ve la realidad de un sistema completamente deteriorado”, asegura.

Dice que hay una base deficiente, ¿lo ve como un inconveniente?

Claro, una base débil y relativamente estancada. Va a ser un problema. En el texto se proponen objetivos que varios me parecen en extremo discutibles.

¿Cuáles?

Luego de declarar positivamente el derecho a la educación, ese derecho se reconoce de manera distinta para distintos niños, dependiendo si están en el sistema estatal o no. Eso es un contrasentido enorme, porque estamos creando un sistema que renuncia a tener iguales oportunidades.

¿Qué le habría gustado ver?

Me habría interesado que no volviéramos atrás, sino que profundizado en el carácter mixto, garantizando la igualdad a todos y poniendo a todos los colegios bajo un mismo paraguas.

El Estado queda muy relevado, ¿qué ventajas y riesgos ve en esto?

El rol del Estado como orientador, coordinador o financiador de los derechos de la Constitución es absolutamente esencial. Otra cosa distinta es una ideología estatista, donde se cree que el Estado automáticamente tiene que hacerse cargo del máximo posible de funciones y que por ser Estado las va a desarrollar bien.

Ha habido dos miradas bien contrapuestas sobre si el borrador garantiza la libertad de enseñanza.

Creo que en eso no hay debate: quedó coja, porque la libertad de enseñanza que está en los grandes tratados dice que incluye como un pilar fundamental el derecho de la sociedad civil a crear colegios, establecerlos y administrarlos. Y ese punto no está en la Constitución. Y no porque se haya olvidado; fue rechazado.

¿Cómo se entiende en el mundo la libertad de enseñanza?

Es una libertad que existe en un marco de derecho y tiene que estar bajo un régimen público educacional, que debiera comprometer de la misma manera a los colegios que nacen por iniciativa del Estado o privados. Y en eso habría que atender la historia de Chile: no se puede reinventar un sistema que tiene un poderoso componente no estatal. Todo eso se pasa por alto al discutirlo muy ideológicamente y contraponer libertad de enseñanza al derecho de la educación, cuando en toda la tradición aparecen como cosas que buscamos que converjan.

De la discusión sobre si lo público es lo estatal, ¿qué opina?

Chile es un ejemplo en el mundo de que lo público no es lo estatal y que podemos tener en el campo educacional una perfecta convivencia. Sin embargo, cuando ahora llegue el problema del financiamiento, lo que dice es ‘hay una parte de este sistema -lo estatal- que, aunque minoritaria, tiene que tener condiciones favorables que no damos a la otra’.

¿Pero así no se equilibra un poco la balanza?

No lo veo así, porque eso vale solo para colegios particulares pagados. La educación particular subvencionada vive exclusivamente del dinero que el Estado le da. Habíamos llegado a un cierto acuerdo hacia un sistema mixto bajo igualdad de condiciones. En eso volvemos atrás con la Constitución como está.

¿Pero ve elementos positivos en que se le ponga énfasis al rol del Estado y la educación estatal?

Veo que el Estado es estrictamente lo contrario a eso de ‘sus proyectos’. No tiene ‘sus niños’, ni ‘sus familias’, ni ‘sus colegios’; tiene el deber esencial de hacerse cargo del bien común. La lógica de ‘sus alumnos’ es lo que nos lleva a la discriminación, a una especie de sociedad de castas. Además de todas las desigualdades socioeconómicas, con la nueva Constitución vamos a crear una casta jurídicamente favorecida en materia de educación, que son los niños del Estado.

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