José Joaquín Brunner: “Colaboración al fin”

El académico de número reflexiona sobre la relevancia de la cooperación entre Estado y sociedad civil en el ámbito educativo en una columna de El Mercurio.

El carácter mixto de nuestro sistema educacional —estatal y no estatal— está consagrado en la ley y, seguramente, será reconocido por la futura Constitución. Sobre todo, se halla profundamente enraizado en la historia y la propia matriz de la sociedad. Forma parte de la visión de mundo de las familias y sus preferencias, de la cultura nacional y de las políticas de Estado, incluso con independencia de las sucesivas administraciones de gobierno.

Lo ratifica el hecho de que el actual gobierno, con el propio Presidente Boric a la cabeza, haya convocado a la sociedad civil educativa para abordar en conjunto el mayor desafío que hoy enfrenta el sector. En efecto, se ha adoptado, por fin, un nuevo eje prioritario pospandemia: la recuperación de los aprendizajes de los niños; en especial, la comprensión lectora, su núcleo más importante.

En la práctica, ¿qué debería significar esta iniciativa? Tres cosas fundamentales. Primero, redefinir el trabajo del Mineduc con una agenda alineada con la matriz del sistema. Segundo, hacerse cargo de los rezagos en la lectoescritura, del ausentismo y el abandono temprano, y de la salud mental afectada por la pandemia. Tercero, contar con un consejo de orientación, monitoreo y evaluación de este esfuerzo.

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