José Joaquín Brunner: “Autoridad docente en cuestión”

El académico de número reflexiona sobre la crisis de autoridad docente presente en el sistema educacional chileno en una columna en El Mercurio.

A pesar de que el discurso de legos y expertos atribuye un exagerado impacto a la educación—mayor autonomía personal, felicidad, productividad, status, solidaridad, interés ciudadano, aspiración de logro, capacidad de ahorro y mucho más—sin embargo no se hace cargo de la deteriorada autoridad del docente, figura central del proceso de enseñanza.

Según reveló dramáticamente una encuesta nacional del Núcleo Milenio Autoridad y Asimetría de Poder (USACH-UDP), apenas un 1% de la población asocia espontáneamente al profesor/a con la palabra autoridad. Y sólo un 3% considera a los maestros una figura de autoridad.

La fenomenología de esta situación es conocida. Los medios de comunicación alertan, cotidianamente, sobre actuaciones que desconocen o desafían la autoridad de los docentes: conductas verbales inapropiadas, amenazas, indisciplina en la sala de clases y los patios, bullying, acosos, desobediencia, faltas de respeto, violencia física micro o, en el caso de los mamelucos blancos, macro violencia, a veces con riesgo para la vida de las y los docentes y directivos agredidos. A estas conductas se suman ahora otras como el ciber hostigamiento, circulación en las redes de materiales degradantes, invasión de cuentas de correo electrónico, robos de identidad, etc.

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