Eugenio Tironi: “Detenernos un instante”

El académico de número analiza los últimos resultados de la Encuesta Bicentenario UC en su columna del diario El Mercurio.  

Hace pocos días se dio a conocer la Encuesta Bicentenario UC. Lo que muestra, de entrada, es que se sigue erosionando gravemente nuestro capital social; esto es, el entramado de relaciones entre personas que facilitan las acciones coordinadas y la cooperación. Cunde la desconfianza entre las personas, y la fe en las instituciones no repunta, salvo hacia Carabineros. Esto da algunas pistas de por qué se ha multiplicado la “permisología” y cae la productividad.

Pero hay más. La participación en grupos organizados es baja. Hay temor de caminar por el barrio. Se siente vivir en una sociedad que no protege los derechos ni atiende las necesidades, y que está cruzada por conflictos, especialmente por la demanda mapuche, la inmigración y la guerra gobierno-oposición. De la mano con esto, la disposición a dialogar con personas que piensan distinto es baja: mejor cancelarlas, bloquearlas, sacarlas del radar y recluirse en la propia tribu.

La inmigración se la estima excesiva, y se le imputa haber hecho de Chile un peor país para vivir. Fuerte. La clave está en la delincuencia: nueve de cada diez chilenos asocia su aumento a la inmigración. Esta percepción, sin embargo, no coincide con la experiencia. Quienes estiman que ella limita las posibilidades de trabajo están bajo la mitad. Adicionalmente, la mayoría declara no interactuar frecuentemente con extranjeros, y el número que admite haber tenido malas experiencias con ellos es ínfimo.

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