Ernesto Ottone: “La salida es política”

El académico de número sopesa sobre el rol del Presidente Gabriel Boric y su Gobierno tras el plebiscito del 4 de septiembre en su columna de La Tercera.

Los primeros meses del gobierno Boric no se han caracterizado por su solidez, por una línea clara de acción, y por generar resultados esperanzadores. Claro que ha transcurrido poco tiempo aún y la situación económica global y regional, muestra tozudamente que nuestro país, quizás más que otros, por sus características demográficas y su estructura económica, depende en buen parte de su relación con la economía mundial, para bien o para mal, y sus gobernantes tienen que hacer las cuentas con ello.

A ello se suma la inexperiencia del nuevo grupo dirigente, sus vacilaciones y disidencias internas, que multiplican errores y malos entendidos. Da la impresión que los más experimentados que en él participan tienen dificultades para influir en la construcción de una gobernabilidad de buena calidad. Quizás eso pueda cambiar con el tiempo.

Parecería que este grupo dirigente, que mostró una gran habilidad para llegar a la cabina de mando del país, una vez logrado ese objetivo no sabe mucho cómo conducir la nave del Estado y cuáles son los botones que hay que apretar. El avión entonces tiende a carretear en círculos, sin poder emprender el vuelo.

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