Enrique Barros: “El secreto está en las instituciones”

El académico de número reflexiona sobre la modernización de las instituciones del Estado en una columna del diario El Mercurio.

Nuestro absurdo recorrido constitucional es síntoma de una mala salud institucional, aunque también da cuenta de una sociedad civil que rechazó dos veces propuestas que generaban división. Queda el dolor de la oportunidad perdida de un buen rediseño constitucional (con minúsculas).

La sabiduría de Aristóteles nos enseña que tarea de quienes se ocupan de la polis es comprender la realidad y someterla a la prueba de la razón, y no al revés. La tarea está en lo aparentemente más trivial: en las reglas e instituciones políticas orientadas a resultados.

Estamos fallando en los básicos de una sociedad bien ordenada. Es sintomático que el publicista encargado de la franja del A favor ahora recomiende exacerbar el conflicto. Lo mismo es anunciado desde la izquierda dura, cuyo objetivo sigue siendo “la totalidad del poder para el pueblo” (Programa PC). Pero unos y otros han sido derrotados.

Veamos los problemas. Por años se ha asumido que donde hay una necesidad, existe un derecho (Eva Perón). Ya saben nuestros vecinos en qué termina esa política. El punto de partida inverso es mirarnos en el espejo y descubrir lo que debiéramos ser capaces de hacer.tivos debieran dirigir las discusiones de los partidos democráticos.

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