Carlos Peña: “Malentender la participación”

El académico de número reflexiona sobre las formas de concebir la democracia en su columna de El Mercurio.

Hay dos formas de concebir la democracia y es probable que la tensión entre ellas se comience a manifestar en el Consejo Constitucional. ¿Cuáles son?

A una de ellas podemos llamarla concepción asociativa o deliberativa; a la otra podemos denominarla concepción mayoritaria. Se trata, desde luego, de puntos de vista estilizados, tipos ideales, pero que ayudan a orientarse en el debate.

Conforme a la primera, la democracia es una forma de concebir la vida colectiva como una empresa común en la que los ciudadanos, o llegado el caso sus representantes, deliberan bajo condiciones de igualdad, es decir, razonan y discuten acerca de lo que consideran mejor no para sí mismos, sino para todos. Esta forma de concebir la democracia exige de sus miembros una actitud imparcial, o sea, que cada uno se ponga en el lugar de todos los demás. Exige que el consejero Luis Silva, por decirlo así, y la consejera Karen Araya, adopten siquiera por momentos el mismo punto de vista.

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