El académico de número medita sobre el debate del aborto en Chile en su columna de El Mercurio.
¿Será verdad, como dijo el Presidente Gabriel Boric con ocasión del Día Internacional de la Mujer, que el aborto establece un clivaje entre la derecha y la izquierda, una separación entre la derecha que lo resiste, y la izquierda que aboga por ampliarlo hasta que sea integral? ¿Será verdad entonces que ser de izquierda es ser partidario del aborto y oponerse a él es ser de derecha?
Desgraciadamente, no; el asunto no es tan sencillo. Plantearlo como lo acaba de hacer el Presidente puede sacar aplausos en estos días, pero es liviano.
Veamos.
Los problemas públicos son de tres clases: los que se refieren a objetivos de distribución (cuánta igualdad es razonable, qué nivel de impuestos); los que dicen relación con cuestiones técnicas (cómo mejorar el empleo, incrementar la seguridad ciudadana, aumentar las exportaciones, cosas así), y los que son de índole moral.