El académico de número reflexiona sobre la administración de gobierno, las futuras políticas públicas y la continuidad de un Estado democrático en su columna del diario El Mercurio.
Ambos. Estado liberal y social, puesto que los dos son necesarios y, a la vez, compatibles. Por tanto, no es forzoso tener que optar entre uno y otro, puesto que, además de compatibles, son ellos complementarios: si un Estado liberal es aquel que declara y tutela ciertas libertades (pensamiento, conciencia, religión, expresión, movimiento, reunión, asociación, emprendimiento de iniciativas económicas lícitas), y si Estado social es el que reconoce y garantiza determinados derechos sociales (salud, educación, vivienda, ingresos justos por el trabajo, previsión), el acceso universal a los bienes básicos o primordiales recién mencionados hace posible un ejercicio efectivo de sus libertades por parte de las personas.
Sujetos sin atención sanitaria oportuna y de calidad, o sin educación, o que carecen de una vivienda digna, o sin ingresos justos por su trabajo, o sin acceso a una pensión oportuna y justa, ¿qué posibilidad tienen en la práctica de ejercer a cabalidad las libertades de que son titulares?
En consecuencia, seguiremos teniendo en Chile un Estado democrático, puesto que nuestra forma de gobierno continuará siendo esa, no más que apuntalada en el futuro por modalidades de democracia directa que reforzarán el débil carácter participativo que tiene hoy nuestra democracia representativa. Ese Estado será de Derecho, o sea, regulado por este, con división, limitación y coordinación de poderes, y regido por disposiciones abstractas y generales de aplicación común (leyes) y no por decretos de alcances particulares.
El Estado, al ser democrático, y atendido el compromiso que la democracia moderna asume con las libertades, será también liberal. Y será igualmente social, puesto que, sin sacrificar las libertades, adoptará un similar compromiso con esa categoría de derechos fundamentales que se conocen con el nombre de derechos sociales. Estado democrático, liberal y social de Derecho, entonces, o, simplemente, por lo apuntado en este párrafo, “Estado social y democrático de Derecho”.